Gas Radón, el enemigo “silencioso”

Objeto del artículo

Con la última actualización del Código Técnico de la Edificación (Real Decreto 732/2019, de 20 de diciembre de 2019), además de otras modificaciones, se añade una nueva exigencia básica al Documento Básico (DB) HS: Salubridad. Esta nueva exigencia básica se denomina “HS 6: Protección frente a la exposición al radón”, su objetivo es, establecer las pautas constructivas, para limitar la exposición de las personas a dicho gas, evitando así, concentraciones que puedan ser perjudiciales en espacios cerrados como serían las viviendas.

Hasta la fecha, y vencido el plazo de transposición de la Directiva Europea 59/2013 EURATOM, donde se obliga a los estados miembros a actualizar su legislación sobre las normas de protección frente a la exposición a radiaciones ionizantes, no existía ninguna normativa de obligado cumplimiento a nivel nacional sobre la construcción de edificios de viviendas a lo que protección al gas radón se refiere. Los documentos técnicos, normativas y reglamentos existentes antes de la aparición de la nueva exigencia básica HS 6, mayoritariamente, iban dirigidos a tratar la peligrosidad de este gas en los espacios de trabajo y su afectación. Os dejo algunos links de los documentos mencionados, anteriores al DB HS 6:

En vista a la importancia que la normativa europea otorga a la necesidad de protegernos de la exposición del gas radón, considero interesante hablar de una manera más extensa sobre dicho gas y sus características, de esta manera el lector podrá entender el “porqué” de la aparición del nuevo DB HS 6.

¿Qué es el Gas Radón?

El gas radón es un elemento químico radiactivo de origen natural. Es inerte, incoloro e inodoro, por lo que no es detectable por los sentidos humanos como sería el olfato o la visión, provocando así, que podamos encontrarnos en entornos de grandes concentraciones de radón sin darnos cuenta. Su radiactividad y toxicidad es consecuencia de la descomposición del uranio-238 que a su vez se desintegra en radio-226 para llegar finalmente al radón-222 objeto de este artículo. El uranio-238 es el isótopo del uranio más abundante en la tierra y se encuentra de forma natural en infinidad de suelos y rocas a lo largo de la corteza terrestre. El radón fue descubierto por Friedrich Ernst Dorn en 1900.

¿Cómo afecta a la salud?

Las partículas radiactivas de radón desprendidas por el terreno, pasan al aire ambiente, una vez allí, caben dos posibilidades, una es que se diluyan rápidamente en contacto con el aire libre debido a que su concentración, con respecto al volumen de aire total, no es representativa, perdiendo en este caso su poder dañino, esta concentraciones oscilarían entre 5 Bq/m3 y 15 Bq/m3.

La otra opción, es que la concentración del gas se produzca en viviendas, escuelas, u otros locales donde el volumen de aire es menor con respecto a la concentración que se puede dar de radón, las concentraciones en locales, viviendas, escuelas, etc… puede oscilar de <10 Bq/m3 a más de 10.000 Bq/m3.

La peligrosidad para nuestra salud, se produce en esta segunda opción, debido a que se facilita el contacto con mayor concentración de partículas radiactivas en este tipo de espacios que estando al aire libre. Estas partículas acceden a nuestro organismo por medio de la inhalación del aire (respiración). Una vez en nuestro organismo, la energía producida por las radiación ionizante de las partículas radiactivas se absorbe muy rápido (10-7seg) causando daño en moléculas clave como sería el ADN.

Debido a que las partículas radiactivas son muy pesadas, la epidermis funciona como una barrera de nuestro cuerpo protegiéndonos, no ocurre lo mismo al inhalarlas como se ha comentado en el anterior párrafo.

Para que el lector se haga una idea de lo perjudicial de este gas, podemos hacer referencia a datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se estima que la proporción de los casos de cancer de pulmón a nivel nacional atribuibles al gas radón con respecto al total, oscila entre el 3% y el 14%. En base a ello, el gas radón se posiciona como la segunda causa más importante de cancer de pulmón después del tabaco. La OMS también estima que el riesgo de cancer de pulmón aumenta en un 16% con cada incremento de 100 Bq/m3.

Como curiosidad os dejo una imagen del mapa de España con la distribución del radón por municipios y un link de la página del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) donde podréis ver de una manera más específica la cantidad de radón por cada municipio: https://www.csn.es/mapa-del-potencial-de-radon-en-espana

Espero que este pequeño artículo sobre el gas radón ayude a entender las razones de la aparición del nuevo DB HS 6. Además, dejo abierto este tema para seguir hablando de ello en posteriores artículos.

Leyenda:

  • Bq: Becquerel. Unidad de medida de radiactividad.
  • Isótopo: Átomos de un mismo elemento.

Referencias

Formulario de contacto

Autor: Rubén Giner

Ingeniero de profesión, curioso por naturaleza, flamenco de corazón, marido cariñoso y orgulloso padre.